LIJADORAS
Las lijadoras proporcionan la potencia necesaria para conseguir un desbaste rápido y un buen acabado. Existen una gran variedad de máquinas estáticas y manuales. Las lijadoras funcionan con luz eléctrica, con baterías o con aire comprimido. Las lijadoras de cinta y las de almohadilla son las más comunes. Las cintas se fabrican en diferentes anchos y longitudes.
Una característica importante en cualquier lijadora es un dispositivo de aspiración para recoger el polvo en una bolsa. Se recomienda usar una mascarilla siempre que se maneje una lijadora, sobre todo si carece de sistema de aspiración del polvo.
- Lijadoras de disco: En su forma más basta, los discos tienen una profundidad de lijado excesiva pata un acabado, y dejan unos surcos circulares prefectamente visibles. Sin embargo, son muy útiles para el suavizado de superficies curvas.
- Lijadoras orbitales: El accionamiento desplaza la placa de lijado siguiendo una órbita aleatoria o elíptica; pero aunque por su ligera acción abrasiva resulten adecuadas para trabajos de acabado, tienden a dejar finas rayas onduladas. Las versiones más depuradas incorporan sistemas de extracción del polvo que lo aspiran de la superficie para evitar la formación de rayas.
- Lijadoras de cinta: Desde el punto de vista del acabado, la única ventaja de esta lijadora reside en eliminar material rápidamente en piezas grandes. Si se utiliza una de estas máquinas para el decapado con abrasivos, se comprobará que elimina la pintura de forma rápida y eficaz. Las cintas giran con rápidez entre los dos rodillos.