La decoración de inscrustaciones en madera. Existen diferentes técnicas, consistentes en combinar diferentes maderas de modo que sus colores y texturas contrastados formen dibujos sibre una superficie plana. Se trata de fascinantes formas de ornamentación, aunque no muy usadas a menudo en el actual trabajo de la madera.
Incrustación es un término que cubre todos los métodos en general.
La taracea consiste en incrustar unas piezas en madera maciza.
Se llama marquetería a los dibujos incrustados en maderas chapeadas, pegadas después a una estructura maciza.
Se llama parquet a los dibujos geométricos que a menudo decoran pavimentos o mesas.
Acabados de la madera. La mayoría de maderas necesitan un acabdo que proteja y las dote de una superficie fácil de conservar. Los buenos acabados son una ornamentación en sí, pues acentúan la fibra, modifican el color o disimulan colores o fibras poco gratos. En general:
los revestimientos opacos encubren el carácter de la madera, le dan una uniformidad regular y brindan grandes posibiladades al color;
los revestimientos transparentes revelan el carácter de la madera y neutralizan los daños menores resultado del uso;
los revestimientos penetrantes, como el aceite de linaza, consiguen una superficie lisa que, aunque no impide las manchas, evita que esta se astille o se abra;
los acabados con impreganción de plástico endurecen la madera, le confieren mayor fuerza y densidad y la hacen casi invulnerable al deterioro;
los acabados brillantes reflejan mejor la luz que los mates, aparte de que son más duraderos, como consecuencia de su superficie compacta y dura que, aunque facilita la limpieza, también revela más pronto las imperfecciones;
varias capas de un tipo de revestimiento cualquiera, lijadas o frotadas, consiguen un resultado más atractivo y duradero que una o dos capas gruesas.
Pese a los grandes progresos conseguidos en ciertos materiales como plástico, vidrio y metal, la madera continúa siendo uno de los recursos más útiles y hermosos con que contamos. Una casa de madera es algo perfectamente natural a nuestros ojos y, de momento, el mobiliario de madera sigue constituyendo la norma.