Perry A. King
Nació en londres en 1938, curso estudios en la industrial desingSchool of Birmingham. Tras un breve periodo de trabajo en Inglaterra se traslado a Italia donde inicio su colaboración como consultor en la empresa Olivetti, el principal fruto de la cual fue la maquina de escribir Valentine, diseñada en colaboración con Ettore Sottsass.
Santiago Miranda
Nació en Écija en 1947. Una vez finalizados sus estudios en la escuela de artes aplicadas y oficios Artísticos en 1971, se traslado a Milán, donde trabajo para el departamento de identidad Corporativa de Olivetti. Aquí , ya junto a King, creo un alfabeto de caracteres de punto para impresoras de matriz. En 1975 se asociaron y desde entonces han diseñado entre otras cosas, lamparas para Arteluce, consolas interactivas para Olivetti, maquinas para Mc Culloch y Black and Decker, además de varias líneas de mobiliario de oficina para diversos fabricantes, entre ellos Marcatré para quien han realizado showrooms en Roma, Milán, Londres, Paris, Tokio y Bolonia. En Tokio, además, con responsables del interiorismo de una discoteca y de las oficinas de Cassina.
King & Miranda
King y Miranda son dos versátiles diseñadores, interesados no solamente en dar forma a un objeto a partir de su función, sino también en todos los aspectos simbólicos que intervienen en su proceso significativo y que pueden convertirlo en un objeto de uso agradable o en un objeto impracticable.
El papel que desempeña la tecnología en sus diseños es meramente instrumental. Se sirven de ella para adaptar el objeto a su función, pero nunca la persiguen como fin en si. Precisamente intentan evitar que ésta se imponga a nivel formal, buscando siempre la manera de humanizarla, de conferir a sus piezas un aspecto agradable que refuerza su facilidad de uso y que las aproxime al usuario. De hecho sus muebles de oficina y los domésticos no difieren mucho. Al contrario, existe una voluntad de acercamiento de ambas tipologías, ya que para King y Miranda sus necesidades funcionales apenas divergen. Es verdad que la función desempeña un papel clave en sus objetos,, pero esto no significa que se trate de un diseño que identifica funcionalidad y valor estético. Sin embargo sus muebles tampoco.