Las cosas que guardamos están en el suello o en las estanterías de nuestra casa, colgadas en perchas en nuestros armarios o en ganchos de la pared o custodiadas en cajones o cofres. Cuál de estas soluciones pueda ser la mejor dependerá del uso, dimensiones, forma, fragilidad y valor de losobjetos en cuestión.
Los lugares para guardar objertos deben formar parte de la estructura arquitectónica. La mayoría de casas prevén armarios de cocina, desde los estrictamente necesarios a los numerosísimos y meticulosamente planeados. Los cuartos de baño acostumbran a tener también lugares para guardar objetos, aunque solo se trate de un simple botiquín.
Aparte de éstos, cuantos más armarios tengamos, mejor. Con la desaparición de los desvanes y sótamos, disponer de abundantes armarios ha pasado a convertirse en cerdadera necesidad. Si faltan armarios, podrá preverse un lugar de almacenamiento instalando una pared de puertas correderas en el extremo de una habitación o, si se quiere, simplemente colocando una cortina para aislar dicho sector.
De todos modos, necesitamos siempre lugares para almacenamientos más específicos.
Estantes. Son aplicables a casi todas las habitaciones y son el lugar de almacenaje más simple de todos los existentes. Libros, objetos artísticos, colecciones, equipos estereofónicos: he aquí unos elementos que encajan muy bien en estanterías colgadas en las paredes, ya formen parte de un sistema modular o de una librería. Los puntos importantes a comprobar serán la estabilidad de los estantes y del mueble en sí, así como su versatilidad. Los estantes deben ser de quita y pon, a fin de acomodarlos a las diferentes alturas de los libros y a las necesidades, a menudo cambiantes, de un equipo de música. A veces una figura puede necesitar un espacio excepcionalmente alto.
Pese a que los estantes para librerías y equipos de música y de televisión suelen encontrarse ya montados en los comercios, son muchas las personas que prefieren ensamblarlos ellas mismas, dada la variedad de repisas, espaciadores y estantes que se encuentran en las comercios del ramo. Los sistemas modulares compuestos de estantes en los que es posible encajar cajones y armarios constituyen un método excelente para las diversas necesidades que imponeel almacenamiento de objetos. Los estantes pueden convertirse, además, en solución arquitectónica:
– Las librerías bajar pueden hacer las veces de mesas o de divisorias dentro de las habitaciones.
– Siempre que sea suficientemente larga y esté bien planificada, una librería unificará una pared.
– Una librería que llegue hasta el techo se convirtirá en una hermosa pared.
– Los estantes sirven como marco o como elemento de relación de puertas y ventanas o se convierten en verdaderos tabiques, parciales o completos.
Los estantes son muy reveladores. Los libros y revistas, los discos , el equipo de música completo, los objetos artísticos o las plantas, a veces el televisor, el orden o desorden quepueda reinar, dicen muchísimo acerca de los ocupantes de una casa a la persona avisada. A veces, sin embargo, mejor será tener alguna de estas cosas ocultas dentro de armarios.
Armarios y alacenas. Cuando los estantes están encerrados detrás d ellas puertas, ya sean opacas o transparentes, reúnen la ventaja de mantener los objetos relativamente libres de polvo, con lo que se reducen los cuidados de mantenimiento. Este tipo de muebles presentan las mismas exigencias de adaptabilidad y estabilidad que los otros tipos de estantes.
– Las puertas de goznes son fáciles de abrir y cerrar y aceptan la colocación de pequeños aditamentos de rejilla aptos para la colocación de objetos, pero tienen la desventaja de que ocupan el espacio marcado por el radio de desplazamiento.
– Las puertas correderas no abren más que una parte del armario cada vez y no permiten la colocación de aditamentos en su interior, pero son una buena solución cuando se dispone de poco espacio.
Los armarios de cocina y de cuarto de baño son hoy día un mueble completamente adocenado y las más de las veces se encuentran ya instalados. Las cajas de los televisores y equipos musicales cuentan con una historia corta pero azarosa. Debido a que, contrariamente a lo que ocurre con las sillas y las camas, no cuentan con precedentes históricos, a menudo han adoptado formas y tamaños poco agraciados, lo que exige que sean constantemente puestos al día. Con todo, vamos tendiendo a aceptarlos simplemente por lo que son: elementos funcionales, piezas de tecnología extraordinariamente complejas que pueden incluso resultarnos agradables a la vista por lo que son en sí. Y acabamos acpetando la negra pantalla del televisor igual que aceptamos una ventana.
